La industria de la construcción cerró el primer semestre del año con un derrumbe tal que se lo puede comparar con la pandemia o la crisis del 2001. Las cifras oficiales de la industria muestran el impacto generado por la parálisis de la obra pública. También golpea al empleo.

Según los números publicados por el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, la construcción terminó junio con una contracción del 35,2 por ciento interanual. De esta manera, el primer semestre de 2024 cerró con una caída del 32,7 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2023. «Es la tercera mayor caída histórica, sólo comparable con la pandemia y la crisis de 2001«, graficó López.

Esta caída de la actividad impacta en sectores productivos muy importantes, sobre todo para economías como las de Olavarría. Tal es así que los datos productivos bonaerenses muestran que a julio de 2024 la producción de insumos para la construcción cerraron el semestre a la baja: los despachos de cemento acumularon una caída del 26,4 por ciento, la producción del cemento cayó un 28,4 por ciento y la de asfalto casi 50 por ciento (49,5%).

Vale recordar que organizaciones del sector vienen advirtiendo esta situación desde que comenzó el 2024. De hecho, el gremio de la construcción, UOCRA, denunció que en enero y diciembre «se perdieron 50 mil puestos de trabajo directos«. Esa cifra representa a, aproximadamente, el 11 por ciento de los empleos generados por la actividad (según CAMARCO la construcción genera 450 mil puestos de trabajo directos).

Frente a este panorama, el funcionario bonaerense advirtió que «los principales sectores en términos de generación de empleo están operando en niveles realmente preocupantes». «El gobierno nacional debe cambiar el rumbo para evitar este sacrificio inútil», sentenció.

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