Ante un preocupante descenso de las tasas de vacunación en Argentina, la Dra. Silvia González Ayala, docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de La Plata (UCALP) explicó la situación actual y los desafíos para mejorar el acceso a las vacunas. Además, enumeró las principales causas.

En diálogo con Telefé, la especialista en enfermedades infecciosas e infectología pediátrica detalló: “Las vacunas están y las personas que tienen que ser vacunadas no acceden a las vacunas por numerosas razones”. En el país, son 16 las vacunas incluidas en el calendario nacional y en todas ellas se observó una importante baja en el porcentaje de vacunación.

La médica expresó que entre los factores críticos se encuentra la accesibilidad, la logística, la influencia y agudización por la pandemia de COVID-19. Para enfrentar estas dificultades, la Dra. Ayala resaltó la búsqueda de una estrategia de vacunación más accesible e inclusiva, trabajando en territorio y asegurar la disponibilidad continua de las vacunas.

La vacunación en descenso: las principales causas y cómo enfrentarlas

Sobre la accesibilidad, “los puestos de vacunación hace muchos años que están funcionando con horarios muy restringidos. No puede ser que un puesto funcione de 8 a 10, de 9 a 12”, expresó la médica. Ante ello, propuso ampliar el horario, como mínimo de 8 a 20 horas, y la disponibilidad los fines de semana. Además, resaltó la importancia de llevar la vacunación a las comunidades: clubes de fútbol barriales, sociedades de fomento, merenderos y comedores.

Otro factor es la logística: “El acceso se complica cuando las personas no tienen los medios para cargar la tarjeta SUBE y no pueden llegar caminando con adultos mayores o niños pequeños a los puestos de vacunación”. A su vez, agregó: “lo que no puede pasar y que lamentablemente sigue pasando es que llegue la familia a un centro de atención primaria para la vacunación y falte determinada vacuna”.

Por último, la docente de la carrera de Licenciatura en Obstetricia detalló cómo la pandemia de COVID-19 agudizó la problemática: “La gente no salía porque no podíamos salir y cuando se pudo empezar a salir, ¿qué pasaba? Tenía miedo de ir a un centro de salud por el riesgo a contagiarse”.

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