Bárbara Zabala fue asesinada a puñaladas en Pehuajó, pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires, el 6 de diciembre del 2019. Aquel día cumplía 20 años y salió a celebrar junto a tres amigas a una cervecería del lugar. En el camino de regreso a casa, se topó con su ex novio Brian David Dirassar -en aquel momento parte del cuerpo de la Policía bonaerense– que la atacó a cuchilladas y la mató. El femicida, tras dos años y seis meses, fue condenado a perpetua en la sentencia conocida este jueves.
El Tribunal Oral Criminal (TOC) N°1 de Trenque Lauquen -integrado por los jueces María Gabriela Martínez, Horacio Marcelo Centeno y Pedro Alejandro Rodríguez- definió que el imputado de 24 años sea condenado por el femicidio de Zabala a pesar de la demora en dictaminar un fallo tras el juicio oral y público iniciado el 13 de junio pasado. El fiscal de la causa, Leonardo Cortelezzi, había pedido prisión perpetua pero la defensora oficial planteó que dicha condena es «inconstitucional» ya que le impediría al acusado acceder a beneficios durante el cumplimiento de la pena.
Tras los alegatos, Dirassar había expresado desde la Unidad Penal 30 de General Alvear que se encuentra «arrepentido» por lo sucedido y pidió «perdón a todos los presentes en la sala». En el momento en el que ocurrió el femicidio, el hombre trabajaba en el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de Trenque Lauquen. Había pedido la baja, estaba en proceso de ser desafectado y ya había entregado su arma reglamentaria y su placa de identificación antes del femicidio.
En su momento, al pedir por la pena máxima, el fiscal Cortelezzi consideró que Dirassar fue autor del delito de «homicidio triplemente agravado por la relación de pareja, por alevosía, por mediar violencia de género y por la preparación del agresor (al ser efectivo policial de una fuerza de choque)». El abogado representante de la familia, Pedro Goldenberg, se expresó en la misma línea que el fiscal mientras que la defensora pública del acusado, Silvia Herrera, solicitó la pena mínima para el ex policía al considerar que actuó en medio de una «emoción violenta«. A su vez agregó que «tiene una imputabilidad disminuida» y que «no están acreditados el femicidio y la alevosía».
El juicio por el femicidio de Bárbara
El padre de Bárbara, Oscar Zabala (60) -que también integró, en su juventud, a la policía bonaerense- aseguró: «Espero que sea un veredicto ejemplar, la mayor condena, que la perpetua sea perpetua y que no pueda salir nunca más». Además, denunció el 8 de febrero del 2021 que recibió una amenaza a través de un llamado anónimo y reconoció la voz del femicida. En la primera jornada del juicio señaló, textualmente, que el ex novio le dijo «cuando salga yo o alguno de mis amigos, te vamos a matar a vos o a tus hijas».
Su hermana Anahí, a través de las redes sociales, había comentado: «Su ex novio no la dejaba en paz, a tal punto que entró en mi casa el 29 de noviembre tres veces por el techo (ya lo había hecho en otros momentos). Le toman la denuncia, pero no quieren ponerle custodia en la Comisaría de la Mujer (donde se efectuó la denuncia)». Mientras que, en el segundo testimonio del juicio, relató un hecho en el que se observaba las reiteradas formas de manipulación de Dirassar sobre Bárbara: «Ella quería ponerse un short de jean que a él no le gustaba, él le dijo que no y ella se lo puso igual y él se lo rompió con una cuchilla». También contó que le rompió teléfonos y una computadora para «evitar que se comunique con la familia».
La tercera testigo fue Daniela, otra hermana de Bárbara, quien contó: «Se refugió en mi casa cuando se separó, porque tenía miedo de cómo iba a reaccionar él». Es clave destacar que todos los testigos coincidieron que, en un principio, la joven «justificaba» el comportamiento de su pareja y aseguraba que Dirassar se había comprometido a iniciar un tratamiento psicológico «para estar mejor». Sobre el cierre de la relación de un año, tenía terror por sus reacciones y contó detalles de la violencia y manipulación que vivía.
Por otra parte, en su declaración, Dirassar señaló no recordar lo sucedido el día del asesinato ni haber matado a Bárbara. Además habló de su pasado -donde soportó las adicciones de su padre y el matrato hacia su madre, refugiándose en drogas y alcohol-, señaló que tuvo parejas complicadas y que un supuesto engaño de la joven, provocó su «desestabilización emocional». Sobre el cierre, dijo: «Estoy arrepentido de todo lo sucedido, no creo que haya forma de enamorarse dos veces como yo me enamoré de Bárbara, no creo que se pueda amar dos veces como yo la amé y la voy a amar toda mi vida. Pido perdón a todos los presentes en la sala, no imaginé nunca atravesar esta situación, no solo porque Bárbara ya no está sino porque también sufrí la pérdida de mi padre y cargo con dos cruces para el resto de mi vida».
El femicidio de Bárbara
El asesinato de Bárbara Zabala se produjo el 6 de diciembre del 2019, cerca de las 1.30 de la mañana, entre las calles Rivarola e Yrigoyen en pleno centro de Pehuajó. El hecho quedó registrado por una cámara de seguridad, que muestra en imágenes como el policía de la bonaerense Brian Dirassar le hirió los antebrazos, manos y dedos a la joven que intentaba defenderse del ataque. La herida de muerte es una puñalada en el pecho, realizada con un cuchillo de asador.
Según se informó posteriormente al hecho, Dirassar tenía una restricción de acercamiento a su ex novia ; quien además lo había denunciado en dos oportunidades. La última denuncia fue, justamente, el jueves anterior al crimen llevado a cabo al día siguiente. El vínculo había sido interrumpido por la joven, el 26 de noviembre anterior, a causa de los celos del hombre de 24 años.
En la ronda de testigos del último día, el médico responsable de la autopsia, Nicolás Runge, concluyó que la muerte de la joven se produjo «por un shock hipovolémico». Por otra parte, respondió sobre algunas heridas que observó en el cuerpo del agresor -tenía raspones propiciados por la víctima, al defenderse- y resaltó que «se desangró» por los cortes realizados.