Repasá el 2024 de Mariano Navone.

Mariano Navone cerró su año tenístico en Serbia al caer en primera ronda ante el local Dusan Lajovic la semana pasada. «La Nave» pone fin así a su año más importante y relevante de su carrera profesional, donde pudo dar un gran salto en el ranking, jugar tres Grand Slam, junto a los torneos más importantes y medirse con los mejores jugadores del circuito.

Por: Martín Parise

El nuevejuliense de 23 años venía de brillar en el circuito Challenger en 2023, consiguiendo 5 torneos, y con el desafío de meterse entre los 100 mejores tenistas del mundo.

Arrancó el 2024 en el puesto 126° del ranking y recién en febrero, gracias a una tarjeta de invitación, pudo tener su debut en un torneo ATP en Córdoba. 9 meses después cerrará el año en el puesto 46°, y recordando que llegó a tocar el 29° en junio.

Luego de Córdoba, siguió Buenos Aires, donde pudo ganar los dos partidos de clasificación para meterse en el cuadro principal. Una semana después la explosión que cambiaría todo: Fue a Brasil a jugar la ‘qualy’ del ATP 500 de Río, y no solo que avanzó, sino que llegó hasta la final del torneo, eliminando al campeón defensor, Cameron Norrie. En el partido decisivo cayó ante su compatriota, Sebastián Báez, pero avanzó 53° puestos en el ranking. Por primera vez pisó el top 100.

Eso le posibilitó meterse en los torneos más importantes y tener un margen de puntos para adecuarse al nuevo circuito. Pero como si la adaptación no le hubiera costado nada, hizo semifinal en el ATP 250 de Marrakech, Marruecos donde cayó ante Matteo Berretini y final en el ATP 250 de Bucarest, Rumania que perdió ante Marton Fucsovics. En una escalada de ensueño, pudo debutar por primera vez en un Masters 1000, lograr su primer triunfo en Madrid, España ante Alexei Popyrin y jugarle de igual a igual al 11° del mundo, Holger Rune.

Posteriormente, fue campeón del Challenger 175 de Cagliari en Italia venciendo al local, hoy top 20, Lorenzo Musetti. Mariano quedó así en el puesto 29°.

Semanas después, se estrenó en el cuadro principal de un Grand Slam. Fue en Francia, en el Roland Garros de París, que se juega sobre polvo de ladrillo. El torneo que todo tenista, amateur y profesional sueña jugar. Hasta ese entonces solo había disputado los partidos clasificatorios, él llegó como preclasificado y pudo vencer al experimentado Pablo Carreño Busta en primera ronda.

Estos resultados le permitieron cumplir otro de sus máximos sueños: clasificarse y representar a la Argentina en un Juego Olímpico. Fue uno de los delegados del país en el deporte, junto a Sebastián Báez, Francisco Cerúndolo, Tomás Etcheverry, Máximo González, Andrés Molteni, Nadia Podoroska y Lourdes Carlé. Pudo disfrutar de la villa olímpica y llevarse su primer triunfo ante el portugués Nuno Borges.

El oriundo de 9 de Julio comenzó a toparse con todos los jugadores del circuito. De estar a dos habitaciones del legendario Andy Murray en el hotel, a vencer a Stan Wawrinka, tres veces campeón de Grand Slam y uno de sus máximos ídolos: «fue un honor jugar contra vos» le dijo en la red. Luego, entrenó con Rafael Nadal, el mejor jugador en polvo de ladrillo de la historia, y semanas después jugarían un partido de más de 3 horas en el que se llevó el español por muy poco: 6-7, 7-5 y 7-5. En el último Máster del año, enfrentó a Alex De Miñaur, australiano top 10 del mundo.

En paralelo, tuvo que empezar a convivir con la fama, los fans, los sponsors, los seguidores en Instagram, los medios de comunicación y el dinero. Adaptarse también a esta nueva vida y la exposición que conlleva. Claro, también aparecieron los «haters», los comentarios negativos y las críticas a su juego.

Adaptarse a nuevas superficies

Después de la subida de la primera parte del calendario, llegaría lo más difícil: adaptarse a nuevas superficies donde prácticamente nunca había jugado: primero fue la gira en césped y el debut del soñado Wimbledon. Más tarde, vinieron las canchas rápidas, con el US Open incluido, donde ganó su segundo partido de un torneo grande, para terminar el año en las canchas indoor.

Si repasamos estos últimos torneos, queda un gusto amargo a nivel victorias-derrotas. Solo fueron 3 en los últimos 3 meses. Pero que el árbol no tape el bosque: Navone consiguió experiencia y aprendizaje. Si sigue el trabajo duro con su entrenador, Andrés Delatorre, el resto va a seguir llegando. Se notaron mejoras en su saque y en su derecha, mostrando un juego más agresivo en superficies rápidas.

En la red social X (ex Twitter) escribió: «Se terminó el 2024, una segunda mitad de año complicada, con mucho aprendizaje y de adaptación a superficies que en mi vida había pisado. Por otro lado, muy contento por los resultados que metimos en la primer parte del año. Momento de disfrutar lo bueno de este año».

Y siguió con otro párrafo abajo: «Descansar, pasar tiempo con mi novia, familia,amigos. De paso tomar mucho mate y ir a ver al bichoo Abrazo grande a todos y muchas gracias por apoyarme siempre.»

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