El fuerte ajuste fiscal implementado por el Gobierno de Javier Milei parece ser mucho incluso para los que terminan beneficiados. Es el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde donde suponen que gracias a los recortes van a poder cobrar la deuda que contrajo Argentina con ellos en 2018. Pidió piedad.

Efectivamente, la vocera oficial del organismo de crédito, Julie Kozack, se refirió ayer a la situación del país en su habitual conferencia de prensa. En principio, hay que decir que destacó el «ambicioso plan de estabilización» que está aplicando Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo. «Se está avanzando a buen ritmo, pero el camino hacia la estabilización será difícil y eso requiere una aplicación firme de las políticas y una elaboración ágil», indicó.

Paralelamente, Kozack se mostró preocupada por «la delicadísima situación social, junto con los ya muy elevados índices de pobreza de Argentina». En este punto, marcó la necesidad de «asegurar una asistencia social adicional y preservar el valor real de las jubilaciones», algo que va a contramano de las medidas que viene aplicando el Gobierno Nacional.

«Es muy importante para nosotros que bajo el programa, la carga del ajuste no recaiga sobre las familias trabajadoras y los segmentos más vulnerables de la población«, lanzó la vocera. Al ver que esto es lo que está pasando, la funcionaria sostuvo que «son necesarios esfuerzos sostenidos para apoyar a los segmentos vulnerables de la población».

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