Esta semana vuelve una polémica que se originó a principios de marzo cuando la Mesa Agropecuaria Provincial lanzó un primer comunicado. Esta vez, tomó la posta la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) con su nueva y rimbombante conducción. El impuesto inmobiliario rural en el ojo de la tormenta.
La entidad que nuclea a productores agropecuarios de toda la provincia de Buenos Aires reflotó el tema con una carta abierta publicada el viernes pasado. Ahí denunciaron que la cuarta cuota del tributo empezó a llegar «con valores que duplican o más el valor de la cuota 3». Según precisaron, se trata de un aumento de «hasta el 25 por ciento» que se suma a «la quita de los beneficios de buen contribuyente y de adhesión al débito automático«.
De acuerdo a la denuncia pública de CARBAP, las boletas de la cuarta cuota del inmobiliario rural, que vence en noviembre, llega a duplicar el valor de la tercera cuota. «Rechazamos este indiscriminado aumento y hacemos un llamado a los legisladores provinciales que han votado una Ley Impositiva cuyas inconsistencias fueron oportunamente advertidas», indicaron.
Justamente, el enojo de los ruralistas debería enfocarse en la Ley Impositiva aprobada a fines del año pasado por la Legislatura Bonaerense. Ahí quedó establecido un esquema de actualización para que los tributos provinciales no queden rezagados en comparación con la inflación. Sin embargo, las críticas están enfocadas en la Agencia de Recaudación (ARBA) y en el propio Axel Kicillof.
Habrá que ver cómo responde el gobierno bonaerense esta vez. A principio de año, tras una serie de reuniones, polémicas y movilizaciones fallidas, decidió congelar la segunda cuota y lanzó una serie de créditos bancarios. Estos cambios fueron recibidos como «insuficientes» por las entidades agropecuarias que quieren regresar a los beneficios por «buen contribuyente» y a aumentos interanuales por debajo del 200 por ciento. (INFOCIELO)