El sábado 18 de junio, el Padre Guillermo Gómez emprendió un viaje por un mes a Mozambique para participar de una Diócesis que tiene pendiente desde antes de iniciar la pandemia.
Cuando sacó pasajes en 2020, el objetivo era colaborar con un Padre africano que estaba en primera línea de evangelización en un lugar aislado. Luego de la pandemia, esa capilla tuvo que ser abandonada y el mismo sacerdote fue a vivir al mismo lugar donde se encuentra el Padre Juan Gabriel Arias, un amigo del Padre Guillermo que está misionando desde hace años. Así que voy a encontrarme con él y su comunidad para ponerme a disposición.
En esta zona de África Oriental, los curas están involucrados en múltiples actividades relacionadas a la salud y la educación. Además, se recorren las aldeas desde muy temprano para repartir quince mil desayunos diarios con los que colabora la Fundación Messi desde hace muchos años.
«Yo le dije a mi amigo: ‘voy a visitarte y a conocer a la gente, pero no voy de vacaciones, sino que voy dispuesto a realizar lo que sea necesario y a disfrutar el encuentro con una cultura que es de una gran riqueza humana. No le tengo miedo a las enfermedades, ni a nada de lo que me pueda pasar. Estoy feliz de realizar esta misión», expresó Gómez.
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