El Ingeniero Agrónomo y Presidente del Círculo de Ingenieros Agrónomos de General Villegas, Martín Videla Dorna formó parte de una reunión ampliada de la Comisión de Ambiente y Salud del Honorable Concejo Deliberante que está recavando información para actualizar los límites de la aplicación de fitosanitarios en Nueve de Julio. En Somos Noticias contó los detalles del encuentro.
Dorna fue invitado por el Círculo de Ingenieros de Nueve de Julio para contar los detalles de una ordenanza que en General Villegas está vigente desde hace tres años y que fue ejemplo para otros distritos de la Provincia de Buenos Aires. Este tipo de normas buscan actualizar lo que dicta la Ley Provincial que ya quedó antigua. En Villegas se fijaron dos tipos de zonas: por un lado, las áreas de exclusión, donde está prohibida la aplicación de agroquímicos, y por otro las áreas de amortiguamiento, que es donde está habilitado el uso de fitosanitarios con determinadas condiciones de aplicación, que tienen que ver con la calidad de las maquinarias y los productos, y con las condiciones climáticas. Eso lo controla un fiscalizador, que es un ingeniero agrónomo especializado a través de un curso e inscripto en la Municipalidad. Cada vez que hay una aplicación, ese ingeniero debe estar presente controlando que la máquina esté en condiciones, que tenga la tecnología necesaria, que los productos sean de la calidad indicada, y que el viento y la temperatura sean favorables a esa aplicación. La máquina tiene que estar habilitada en el Ministerio Agrario de la Provincia, y el conductor debe tener un carnet habilitante para pulverizar.
«Fue un tema muy discutido, y el único criterio que nos guio fue el de ordenar la aplicación en áreas sensibles», expresó Videla Dorna. En General Villegas se fijó una lista de productos prohibidos: sólo se pueden utilizar productos identificados con una banda verde o azul, y dentro de esa clasificación algunos no se pueden usar porque son volátiles y/o no se degradan fácilmente.
«El área complementaria es lo más importante, y la ordenanza tiene que ser fiscalizada. El tema de costos pasa a segundo plano porque lo importante es la salud de la gente, permitiendo la producción con el menor impacto ambiental posible», concluyó Videla Dorna.