Con el objetivo de iniciar un diálogo ante los múltiples frentes de conflicto abiertos, el Gobierno nacional se reunió ayer lunes con el sector más conciliador de la Confederación General del Trabajo (CGT). El cónclave fue presidido por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien estuvo acompañado por el asesor “superlativo” Santiago Caputo y el secretario de Trabajo, Julio Cordero. Por parte de la CGT, asistieron Héctor Daer, Gerardo Martínez y José Luis Lingeri, quienes mantienen una relación fluida con Francos, a quien conocen desde hace años.
“En el encuentro acordamos conformar una mesa tripartita (gobierno, CGT y empresariado) para avanzar con diversos temas de la agenda laboral y la integración del Consejo de Mayo. Seguimos trabajando para fortalecer el diálogo y el futuro del trabajo en Argentina”, escribió en redes sociales Francos.
La reunión abordó temas clave, incluyendo la situación de Aerolíneas Argentinas. Punto importante, la reglamentación de la reforma laboral, en la que un artículo relacionado con los bloqueos, que genera inquietud entre los sindicatos, quedó sin aclaraciones. Además, se trató el Proyecto de Democracia Sindical, que se frenó la semana pasada tras un acuerdo entre legisladores de La Libertad Avanza (LLA) y el kirchnerismo.
El Gobierno alcanzó acuerdo con la CGT para establecer una comisión que aborde las inquietudes generadas por la reforma laboral. En medio del renovado diálogo, se busca evitar un paro general de transporte, previsto por algunos gremios para el 17 de octubre.
El acuerdo se logró tras la reunión entre altos dirigentes de la CGT y el jefe de Gabinete. Asistieron a la Casa Rosada dos secretarios generales, Daer y Acuña, así como otros líderes sindicales como Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Lingeri (Obras Sanitarias), Roberto Fernández (UTA), Jorge Sola (Seguros), Sergio Romero (UDA) y Daniel Ricci (FEDUN).
Según la agencia Noticias Argentinas, la mesa técnica se centrará en los bloqueos, un tema que la CGT considera mal redactado en la reforma laboral, ya que menciona bloqueos totales y parciales, lo que podría llevar a interpretaciones arbitrarias por parte de los empresarios y potencialmente facilitar despidos.
Con relación al posible paro de transporte, desde el entorno del líder de la UTA, Roberto Fernández, se distanciaron de la propuesta, sugiriendo que el gremio no se unirá a la medida, especialmente en este momento de diálogo con el Gobierno. La mayoría de los sindicatos del sector, vinculados con el moyanismo y críticos de la gestión de Javier Milei, podrían respaldar la iniciativa de paro. Sin embargo, la falta de apoyo de los colectiveros disminuiría el impacto de dicha acción. (DIB)