Las perspectivas de precios para la soja, el principal producto exportable de la Argentina, son muy negativas para el 2025, ante la fuerte alza en la producción.
La tonelada de soja está cerca de los 290 dólares. Hace un mes y medio cotizaba a 305 dólares.
En tanto, las posiciones para abril -que es nueva cosecha- proyectan 265 o 270 dólares por tonelada en el mejor de los casos.
En el ciclo 2020/21 llegó a 370 millones de toneladas de producción a nivel mundial, y para la campaña 2024/25 se proyecta el récord de 427 millones, 60 millones por encima del promedio de los últimos 5 años, y un 8% más que en 2023/24.
Esta mayor oferta de la oleaginosa ha hecho que sus cotizaciones se desplomen. Si se compara el precio actual de la soja con el de fines del año pasado, estás en casi 100 dólares menos.
Según los registros, es la cotización más baja desde mediados del 2020. Esto sucede, básicamente, porque hay una sobreoferta mundial y además, las producciones se siguen ajustando para arriba.
“Llegamos a precios muy bajos, si lo vemos en el poder de compra de una tonelada de soja en el mercado local estamos en mínimos desde enero del año 2018”, dijo Matías Contardi, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En un año, la producción a nivel mundial pasó de casi 395 a 435 millones de toneladas, son entre 35 y 40 millones más.
El 50% del aumento a nivel global proviene del nuevo récord que marcaría Brasil: ya se habla de una cosecha de 169 millones de toneladas en ese país, casi 15 millones por arriba de lo recolectado el año pasado. Las principales proyecciones anticipan una producción récord de 170 millones de toneladas, como piso, para Brasil, son casi que 16 o 17 millones más que el año pasado y muy por encima del promedio. La última mejor cosecha del país vecino había sido de 162 millones de toneladas en 2022/23.
Además, Estados Unidos tuvo la segunda mejor cosecha de su historia. También se anticipa una muy elevada oferta en Paraguay, Bolivia y Uruguay.
Para la Argentina, después de varios años malos, se espera una sólida producción. “Veníamos en torno a los 17 millones de hectáreas de soja y después del tema de la chicharrita y el problema causado de los maíces tempranos, los productores se volcaron o se están volcando bastante más a la soja. Se proyectan no menos de 18,5 millones de hectáreas, con lo cual, muchos auguran una producción total de 55 millones de toneladas”, dijo López.
El USDA estimó 51 millones de toneladas, es decir que aún falta un ajuste adicional que podría presionar a la baja. En este escenario, la molienda mundial también es muy alta, pero no llega a compensar la caída de precios debida a la gran oferta. En consecuencia, es elevada la generación de stocks.
En enero, Paraguay comienza la cosecha de soja, luego sigue Brasil y en otoño, con el ingreso al mercado de la producción de soja argentina, seguiría creciendo la presión de oferta, provocando una baja en las cotizaciones de la oleaginosa. (DIB)