La muerte del Papa Francisco conmociona al mundo y, con el correr de las horas, siguen conociéndose detalles de sus últimos días y los momentos previos al deceso. Según informó Vatican News, Jorge Bergoglio no sufrió y su fallecimiento fue sereno. Además, se indicó que estaba muy agradecido con quienes lo acompañaron durante su internación y posterior recuperación, con todo el personal de su residencia en Santa Marta y, principalmente, con su asistente personal, el enfermero Massimiliano Strappetti.
Fue Strappetti quien lo animó a dar el último paseo en el Papamóvil el domingo de Pascua luego de la bendición “Urbi et Orbi”, en la Plaza de San Pedro. “¿Crees que podré hacerlo?”, le había preguntado Francisco al enfermero, quien lo tranquilizó y le dio seguridad. Juntos dieron el abrazo a la multitud presente y, en particular a los niños, en lo que fue el primer paseo de Bergoglio tras su salida del hospital Gemelli y el último de su vida. “Gracias por traerme de vuelta a la Plaza”, le dijo el Papa a Strappetti al regresar, palabras que atesorará por el resto de su vida.
“No sufrió”
Las últimas horas de Francisco transcurrieron en Santa Marta: descansó por la tarde y cenó tranquilamente, como todos los días, indicaron desde el Vaticano. El desenlace fue hacia las 5.30 de la madrugada, cuando aparecieron los primeros síntomas del derrame cerebral que sufrió. Alrededor de una hora después, el Pontífice entró en coma. De acuerdo a los relatos de quienes estuvieron con él en esos últimos momentos, “no sufrió y todo sucedió rápidamente”.
A lo largo del mundo, muchos tomaron la muerte del Papa como una señal, al haberse producido al día siguiente de la Pascua de Resurrección y luego de haber bendecido a la ciudad y al mundo, en el cierre de la Semana Santa. Lo cierto es que, sin duda, Francisco logró tener una despedida a su manera. Con sus últimas fuerzas, se dio el gusto de saludar a sus fieles, no desde el balcón, sino mezclado entre la gente. (DIB)