Una de las primeras medidas económicas de Javier Milei fue prorrogar el Presupuesto 2023 hasta el 2024. En un país con una inflación superior al 200% anual, esto significa que la administración pública tendrá menos recursos para funcionar. Las universidades nacionales en jaque.
«Hemos compartido nuestras preocupaciones responsablemente, hemos gestionado ante las autoridades competentes las acciones que entendemos necesarias», expresaron. Sin embargo, marcaron que «es tiempo de advertir, con la gravedad que la situación impone, que, de no mediar acciones que rectifiquen el rumbo, se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones universitarias públicas».
La Universidad Nacional de Quilmes (UNQUI) ya había dado una muestra de lo que puede suceder si no actualizan los fondos. La casa de altos estudios del conurbano sur informó a principios de febrero que «como consecuencia del congelamiento presupuestario […] ya no será posible costear cursos adicionales y contratos de docentes extras«. Ahora, la problemática se extendió a todo el país.
Mientras la gestión Milei sigue defendiendo el «déficit cero« a toda costa, los rectores de todo el país enumeraron las problemáticas que habría que resolver para que las universidades nacionales tengan un ciclo lectivo 2024 normal. La primera es la actualización presupuestaria, «conforme al proceso inflacionario que atravesamos». También pidieron actualizar el salario del personal docente y nodocente.
El Consejo Interuniversitario Nacional también solicitó «dar continuidad a los programas universitarios vigentes» destinados a obras de infraestructura, equipamiento y becas. Finalmente, pidieron «garantizar el presupuesto necesario para sostener las actividades de ciencia, tecnología y extensión«.