El anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la introducción de tarjetas bimonetarias promete reconfigurar el ecosistema financiero argentino. Este desarrollo, adelantado inicialmente por el sitio especializado en finanzas iProUP, marca el inicio de una nueva fase en la competencia entre los bancos tradicionales y las fintech, generando expectativas y preocupaciones en ambas industrias.
Los primeros datos afirman que la marca que insinuó Luis Caputo es VISA, pero Mastercard también está en el mismo proceso para ofrecer estas cuentas.
«Este lunes se confirmó que las dos banderas están listas para salir en noviembre con la cuenta bimoneda. Es para los tres tipos: crédito, débito y prepaga», asegura el sitio IProUP.
¿QUÉ SERÍAN LAS TARJETAS BIMONETARIAS?
Prometen ser una innovación que permitirá a los usuarios manejar sus fondos tanto en pesos como en dólares desde una misma cuenta. Este sistema es especialmente relevante para aquellos que se adhieran al blanqueo de capitales, permitiéndoles utilizar dólares repatriados sin sufrir penalizaciones.
La medida se alinearía con los esfuerzos del gobierno para mantener estos fondos dentro del circuito legal y evitar su salida en efectivo, lo que podría desestabilizar aún más la economía.
«Si vas a un supermercado, podés pagar con tarjeta en dólares. Así, se te descuenta de tu caja de ahorro en dólares si es débito o prepaga, y el comercio también recibe los fondos en esa moneda, si tiene una cuenta corriente en dólares», aseguran.
FUNCIONAMIENTO Y OPERATIVA
Según fuentes cercanas al proyecto, las primeras tarjetas bimonetarias estarán disponibles en noviembre, y tanto VISA como Mastercard están avanzando en el desarrollo de estas cuentas.
Estas tarjetas funcionarán en tres modalidades: crédito, débito y prepaga. Los usuarios podrán realizar compras en dólares dentro del país, descontando los fondos de sus cuentas en dólares y permitiendo que los comercios reciban pagos en esa misma moneda si tienen una cuenta corriente en dólares.
La dolarización informal es una práctica común, pero históricamente restringida a operaciones específicas. La posibilidad de pagar en dólares dentro del país sin necesidad de convertir a pesos supone un cambio profundo en el manejo de las finanzas personales y empresariales.
PARADÓJICAMENTE ES CLAVE EL BCRA
El proyecto no pasó desapercibido en la industria fintech. Estos actores, que presionan al Banco Central para que se les permita operar cuentas virtuales en dólares, ven en las tarjetas bimonetarias una nueva oportunidad.
«A las billeteras virtuales las dejaron al margen de todo en el blanqueo», afirma un directivo del sistema, quien señala que a los bancos y agentes de liquidación y compensación (ALyC) les permitieron crear cuentas especiales de regularización, a la vez que reglamentaron un mecanismo similar para las exchanges de criptomonedas.
Aunque las fintech como Mercado Pago y Ualá ya lograron un alto grado de penetración en el mercado financiero argentino, hasta ahora no pueden ofrecer productos en dólares de manera directa, debido a regulaciones del Banco Central que limita sus operaciones.
El sector fintech, sin embargo, no está dispuesto a quedarse atrás. Según reportes del sitio iProUP, las fintech intensificaron sus esfuerzos para que se les permita operar con cuentas virtuales en dólares, argumentando que la falta de esta opción podría dejarlas en desventaja competitiva frente a los bancos tradicionales y otras instituciones financieras autorizadas para operar en esta nueva modalidad.
QR EN DÓLARES
La implementación de las tarjetas bimonetarias también podría tener un impacto en la adopción de sistemas de pago QR, los cuales podrían adaptarse para aceptar pagos en dólares, siempre que las cuentas virtuales en dólares se conviertan en una realidad.
Este desarrollo tendría importantes implicaciones para la economía digital y el comercio en línea, donde el uso de QR crece exponencialmente en los últimos años.
El panorama se complica aún más con la intervención de COELSA, la cámara que compensa las transferencias y pagos QR, cuyos accionistas son los bancos que también están detrás de la plataforma MODO, rival directa de las fintech en el ámbito de los pagos digitales.