El tenista nuevejuliense disputó dos finales consecutivas de Challenger, la primera en Corrientes y la última en Buenos Aires, ambas frente a Francisco Comesaña. Si bien no pudo con el marplatense, esos dos partidos le dieron la posibilidad de escalar en el ranking. Cambios en la técnica y sobre todo en la confianza propia hicieron que Navone pase rápidamente del puesto 519 al 358.

Escribe: Candelaria Villalba

En la adolescencia, cuando todos sus amigos elegían una carrera universitaria, Mariano Navone ya había tomado la decisión de dedicar su vida al tenis, aunque eso le significara cambiar el tradicional viaje de egresados a Bariloche por la participación en un torneo. La pasión es heredada: Navone pisa canchas de tenis desde que andaba en cochecito, y acompañaba a sus padres y a su hermana a jugar en el Club Atlético Nueve de Julio.

¿Qué cambió en este último torneo?:  «Lo que hizo el click fue mi cabeza que estuvo más predispuesta y positiva, no me agarre tanto de las dudas y la desconfianza y sentí que muchos aspectos de mi juego que había practicado y no estaban saliendo en competencia, empezaban a salir», expresó Navone en Zona Cero y agregó: «empecé a creer que podía ganar y ser competitivo. El útlimo mes hablé mucho más con mi psicóloga y eso también hizo la diferencia».

Francisco Comesaña, su rival en las dos finales, a quien Mariano conoce desde los 11 años, dijo que «Navone es local donde juegue», porque su simpatía se gana al público de todas las canchas. Además, muchos rivales reconocen que Mariano fue confidente de sus miedos e inseguridades. Algo que es muy común en un deporte tan solitario como el tenis, y que demuestra que el nuevejuliense es persona antes que jugador.

«Mi familia ocupa el lugar mas importante de todos, desde el apoyo emocional y también el económico, ya que es un deporte muy caro. Me gusta que estén. Las últimas veces que me habían visto, había jugado un tenis horrible, y cuando vinieron a Corrientes pudieron ver el mejor juego que he tenido en mucho tiempo», cuenta Navone.

A principios de este año, Mariano fue convocado por Guillermo Coria para ser sparring en la Copa Davis, lo que lo llevó a acompañar los entrenamientos de los máximos referentes del tenis a nivel nacional durante varios días: «Guille me ha vuelto a escribir y siempre esta atrás de todos nosotros. Estoy re contento porque todo el impulso que me dio, ahora se ve reflejado. Ahora estoy adiestrando esa confianza: que los mejores confíen en uno no pasa siempre, y Guille es tremendo como capitán y persona», expresó.

Los nervios, sus peores enemigos

La cabeza, un factor determinante en partidos de tal embergadura. «En las finales no me pude sacar el nerviosismo en casi ningún momento, mas allá de que Comesaña jugo muy bien e hizo las cosas mejor, me jugo una mala pasada todo el tema nervios, ansiedad, pensar en como podía ser el futuro después de ganar mi primer título. Antes de las finales te imaginas muchas cosas sobre como es salir campeón y se dificulta el estar tranquilo. El que mejor lleva los nervios termina ganando» dijo Navone.

Sobre lo que se viene, Mariano contó que «Avanzar tantos puestos de golpe me cambió todo el calendario, porque no pensaba en esta época estar jugando Challengers. Estoy solo a 100 puntos del Australia Open del año que viene, y con los meses que quedan por jugar no seria una locura poder alcanzar esa cantidad de puntos. Ahora cambia un poco el calendario, hay que jugar mucho en poco tiempo y prestarle mas atención a los Challenger», concluyó.

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