En menos de un año de caer en primeras rondas de torneos Futures a meterse en la final de un ATP 500. Repasamos su trayectoria.

De todas las formas que hay de llegar a la élite, una de las más especiales es la que ha tomado Mariano Navone. El nuevejuliense de 22 años está haciendo historia en el ATP Río Open 2024, rompiendo pronósticos y metiéndose en una final apenas 20 días después de disputar el primer partido a nivel ATP en su carrera.

La vida te da sorpresas y una de las más agradables en el mundo del tenis es la que encarna Mariano Navone esta semana. Si bien es cierto que el aficionado más general de este deporte no tendría mucha conocimiento de la nave, los seguidores más fieles del tenis podíamos esperar una gran tendencia al alza del argentino este año, después de lo que consiguió en el tramo final del 2023. Desde junio, el de provincia de Buenos Aires ganó cinco torneos del ATP Challenger Tour e hizo final en otro, poniendo de manifiesto que estaba preparada para dar un gran salto cualitativo. Lo que nadie esperaba es que ese salto fuera tan veloz y pronunciado, como para meterse en una final del ATP 500 Río Open 2024 en su tercer torneo a nivel ATP, estrenando su casillero de victorias esta semana y asegurándose su irrupción entre los 60 mejores del mundo.

El trabajo duro siempre tiene su recompensa y lo que ha hecho Navone, alentado de forma incondicional por el público argentino, encarna una de las historias más impresionantes del tenis reciente. No destacó en categoría júnior y tuvo serias dificultades para encontrar los apoyos económicos que le permitieran viajar y granjearse un progresivo ascenso a la élite. De hecho, hace cuatro años rogaba por medio de mails a puerta fría un patrocinio con alguna marca deportiva, que le proveyera de material como raquetas, grips o mochilas. Carecía de agente ni mánager, y fue él mismo, junto al periodista Mario Zugasti, quien se buscaba la vida para que alguien financiara su progreso. Todo parecía ir bien, pero a finales de 2021 se dio cuenta de que necesitaba cambiar profundamente un golpe si quería seguir evolucionando.

Navone apostó por cambiar completamente la empuñadura de su derecha hace tres años. Demostró su humildad y capacidad de sacrificio al modificar completamente su golpe de derecha. Olvidó todo lo aprendido durante toda su vida y reseteó por completo para empezar a golpear con una empuñadura distinta y un swing modificado, algo realmente complejo y que requiere mucho tiempo y esfuerzo para adaptarse y adquirir nuevos automatismos. Los resultados no se hicieron esperar y pronto su ranking empezó a subir como la espuma. En cuanto las cosas fueron mejorando y se lo pudo permitir, contrató a una psicóloga para que trabajara con él, consciente de la importancia que tiene la salud mental y la gestión de la presión y las expectativas propias en la carrera de un tenista profesional. Ha ido quemando etapas con una naturalidad apabullante y prueba de ello es que hace menos de un año estaba perdiendo en primera ronda del ITF M25 Tucumán ante el 409 del mundo. Nadie podía imaginar que ahora mismo estuviera en disposición de hacerse con un título ATP 500.

Pase lo que pase en la final del ATP Río Open 2024 ante Sebastián Báez, lo que está claro es que el nacido en 9 de Julio sigue teniendo margen de mejora y voluntad para conseguir grandes éxitos a base de trabajo duro. Entrará en un nuevo escenario de su carrera profesional, que le exigirá salir de su zona de confort, es decir, la tierra batida, para competir de forma más recurrente en pistas duras, donde apenas se ha prodigado en este ascenso a la élite. No será nada sencillo, pero si hay alguien que parece capaz de conseguirlo es él. Mariano Navone quiere seguir disfrutando de una experiencia memorable y grabando a fuego su nombre en el imaginario colectivo de este deporte.

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