Publicado en Infocielo

Pelucas Solidarias 9 de Julio es una ONG que nació hace casi seis años atrás de la mano de María Rita Fournier y tiene como fin confeccionar pelucas para mujeres y niñas que padecen cáncer. Para hablar de este proyecto solidario, INFOCIELO dialogó con una de sus integrantes, Claudia Sosa.

En 2016, María Rita recibía muchas clientas a su peluquería que obligadamente tenían que raparse ya que eran pacientes con cáncer y se encontraban bajo quimioterapia. Ante esta realidad, María Rita pensó que debía hacer algo para ayudarlas a sentirse mejor en un momento tan crítico de sus vidas.

Por esta razón, tomó la decisión de viajar a la Ciudad de Buenos Aires donde realizó varios cursos para aprender a confeccionar pelucas con pelo natural. Comenzó con solo unas cuantas, pero con el paso de los años junto a su equipo lograron confeccionar más de 5.000 pelucas que fueron distribuidas en todo el país.

Pelucas 9 de Julio se encuentra integrado por siete voluntarios que brindan parte de su tiempo en la elaboración de las piezas. La ONG no cuenta con ningún tipo de ingreso, salvo el sponsoreo de la marca 317 y algunas donaciones que reciben por parte de la comunidad.

«Todos lo hacemos de corazón, nadie cobra por esto», expresó Claudia, que integra la ONG desde hace cinco años cuando presentó junto a su hijo un trabajo en el jardín de infantes, contando la labor de Pelucas 9 de Julio. Luego de enterarse de esto, Rita quiso conocerla y fue así que Claudia se sumó de forma permanente al equipo solidario.

¿Cómo es el proceso de elaboración de las pelucas?

«Esto es una cadena de amor y de favores», manifestó muy emocionada Claudia. Esta cadena comienza con la donación de pelo por parte de los y las interesadas en colaborar. Luego es clasificado por colores, extensión y texturas por los voluntarios.

Tras ello, se estira el cabello sobre una tabla que posee una cinta y allí se arman las cortinas. Posterior a este paso, se cose el pelo con cuatro o cinco pasadas de costura a máquina. A partir de allí, en un casco, se van cosiendo a mano las cortinas hasta formar la peluca.

«Es un proceso largo. Son muy parecidas a las que se venden. Cuando comenzamos fue todo haciendolo a mano, con pelucas que llegaban a pesar un kilo. Había gente que no los podía usar porque era muy pesadas», señaló. Luego de mejorar su técnica, lograron que sean livianas y cómodas.

Asimismo, Claudia explicó que no se pueden hacer pelucas con el mismo pelo de la paciente, ya al recibir la primera sesión de quimioterapia este se quema y pierde fuerza. Para confeccionar una sola pieza se necesita el cabello de varios donantes.

¿Cómo donar cabello?

Quienes estén interesados en donar su pelo, deberán realizarse un corte de por lo menos 20 centímetros. Este corte puede ser de todo el cabello o solo algunos mechones entresacados del largo.

El cabello debe ser natural, es decir no haber sido teñido y tener ningún tratamiento. Además, se requiere que sea cortado limpio y en seco, ya que al cortarse húmedo puede generar malos olores con el transcurso del tiempo. Cabe señalar que debe ser cortado atado, con bandas elásticas, para no que no se desperdicie.

Finalmente, deberán colocarlo en una caja y enviarlo por correo a la dirección: Garmendia 549, código postal 6500, partido de 9 de Julio, provincia de Buenos Aires.

«Llegan donaciones de todo el país. También nos llega donaciones de ropa porque tenemos una feria constante en la peluqueria que eso hace que nos solvente el tema de los envíos», contó Claudia.

Además, reciben donaciones de artículos de mercería que son utilizados en el proceso de elaboración, como cinta de papel, tijeras, hijo de coser, puntillas, encajes, entre otras cosas.

El costo de envíos y de los materiales para la confección es alto, por lo cual también requieren de un fondo económico que los ayude a costearlos. «Si bien recibimos alguna que otra donación, muchas veces resulta insuficiente para todos los gastos que tenemos. Hay mucha gente que nos ayuda, pero quisieramos que esto sea más explosivo y que participen personas que realmente pueden, como algunos empresarios», agregó.

¿Cómo solicitar una peluca?

Aunque en este momento no se encuentran recibiendo pedidos ante la alta demanda, Claudia explicó como es el proceso para solicitar una peluca, el cual es bastante sencillo.

Para pedir una peluca, las mujeres y niñas deberán enviarles un mensaje a su cuenta de Facebook o Intragram, Pelucas Solidarias 9 de Julio. Allí tendrán que enviar un certificado médico que constate el diagnóstico, datos personales y una fotografía del cabello que poseían las pacientes antes de comenzar con el tratamiento.

A su vez, Claudia comentó que son muy responsables al momento de tomar pedidos y de informar cuando serán enviados. Esto se debe a que son personas que se encuentran al límite de la vida y se puede jugar con su tiempo.

Por este motivo, trabajan en red con otras pelucas solidarias del país, algunas de ellas se encuentran en distintos puntos del territorio bonaerense, en Córdoba, La Pampa, Santa Fe, Jujuy, Santa Cruz, CABA, Tierra del Fuego, Corrientes, Tucumán, Salta, Río Negro y Chaco.

Luego, las pelucas son enviadas por correo hasta el domicilio de la paciente. Estas reciben una caja junto a un turbante, un cabezal, un pañuelo y la explicación de como cuidarla. En el caso de las niñas también adicionan juguetes, libros y útiles.

Claudia planteó que desearían algún día dejar de hacerlas, pero no por falta de compromiso, sino para que las obras sociales y prepagas las otorguen de manera gratuita.

Pelucas que sanan

El valor de las pelucas no solo recide en una cuestión estética, sino que son importantes en lo anímico. Cortarse el cabello es para cualquier persona trascendental, pero para las personas que padecen cáncer es un situación sumamente dolorosa y representativa.

«Mucha gente con su peluca ha afrontado de otra manera el tratamiento y el dolor. No solo la paciente, sino toda la familia que sufre por el cáncer y al ver a su esposa, madre, hija o amiga sin pelo. Con la peluca lo toman de otra manera, asimilan el tratamiento de forma distinta yen muchos casos hay gente que se cura gracias al apoyo emocional de usarlas», comentó.

Cuando Claudia habla del proyecto se le quiebra la voz y recuerda la sonrisa de cada una de las mujeres que lleva puesta una peluca confeccionada por sus propias manos.

«Me genera mucha emoción ser parte de este proyecto. Es tremendo ser parte de esta ONG que es tan grande y está tan llena de amor. Acá hay mucho esfuerzo y mucho corazón», concluyó.

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