Las exportaciones originadas en la provincia de Buenos Aires venían recuperándose después de la caída producida por la pandemia del Covid-19 en 2020. Tras cerrar 2021 y 2022 en alza, en 2023 se cortó la racha gracias al derrumbe de la venta de productos agropecuarios. El rol de la sequía.
Según el reporte mensual publicado por la Dirección Provincial de Estadística, las exportaciones bonaerenses alcanzaron los 26.231 millones de dólares en 2023, es decir, un 20,6 por ciento menos que el año anterior y 6,4% menos que en 2021. La caída se corroboró también en diciembre que fue un 11,5 por ciento peor que el mismo mes de 2022.
Gran parte de la caída se explica por lo que le sucedió al rubro Productos Primarios que se derrumbó prácticamente a la mitad. En 2022 había generado exportaciones por 7,2 mil millones de dólares y en 2023 ese número bajó a 3,9 mil millones de dólares, es decir, un 46,2% menos.
Más precisamente, dentro de Productos Primarios hubo dos categorías que bajar fuertemente su desempeño exportador: cereales, que pasó de generar más de 5,6 mil millones de dólares a USD 3 mil millones, y semillas y frutos oleaginosos que se derrumbó en un 59,7% interanual (pasó de USD 1.184 millones a USD 477 millones).
«La sequía deprimió las ventas de productos primarios», explicó el ministro de Economía provincial, Pablo López. El funcionario habló de un «inesperado desplome» de la principal fuente de divisas del país, pero las consecuencias de la falta de agua se veía venir. Tal es así que a mediados del año pasado la Sociedad Rural presentó un informe en el que estimaba que la Provincia iba a perder unos 8.500 millones de dólares por la baja producción ganadera y agropecuaria.
Afortunadamente, la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequía ya dio cuenta del fin de la escasez de lluvias a fines de 2023. Es de esperar que tanto los rindes de los cultivos como el stock bovino (y en consecuencia las exportaciones) se recuperen en el transcurso del 2024.