Cuando las radios no se llamaban radios y la gente se juntaba a escuchar los relatos de fútbol en la Plaza Belgrano, Raúl Mascheroni ya se dedicaba al periodismo. La pasión apareció cuando todavía era adolescente y escribió un artículo sobre un desfile de modas para el diario Nueve de Julio. Desde ahí hasta este momento pasaron más de cincuenta años, encuentros con ex presidentes, cientos -miles- de coberturas, viajes, radio, televisión y redes sociales.

Un día, el entonces Intendente, Jesús Abel Blanco, lo invitó a visitar la Casa Rosada. Ahí, 35 periodistas esperaban «como en la escuela» para tener una entrevista con el flamante Presidente, Carlos Saúl Menem. Raúl hizo las dos preguntas que le correspondían y le pasó la posta a un colega, después pudieron sacarse fotos y conversar un rato: «algo que ya no existe, sobre todo para los periodistas del interior». La colección de Mascheroni incluye fotos con Raúl Alfonsín, Eduardo Duhalde, Catherine Fulop, Valeria Lynch, y con sus compañeros de carrera. Lo que antes se conseguía en viajes relámpago, ahora llega a través del mail en forma de gacetilla de prensa, y Raúl no reniega de eso: todos los días publica las últimas noticias en su Facebook y las reproduce en el programa de radio que comparte con Raúl Pastor en FM Arco Íris.

Antes de cubrir las cuestiones políticas y de actualidad, ocupaba todos sus espacios radiales hablando de automovilismo. En una época en la que las imágenes y los videos sólo se conseguían en el lugar donde pasaban las cosas, Mascheroni cargaba la cámara y el micrófono para hacer notas durante los eventos y carreras: todavía recuerda la jornada de la muerte de Roberto Mouras, que lo tuvo un día entero yendo y viniendo desde Carlos Casares para tener el material a tiempo en la radio.

Después llegó la televisión, donde Raúl Andrean y Alicia San Agustín conducían en el piso, mientras Mascheroni hacía exteriores con una cámara que, según la humedad que había en el ambiente, funcionaba o no. Pero más allá de cualquier hito o premio por su trabajo periodístico, hay algo que a Raúl lo llena de orgullo: la fiesta del deporte. El evento que durante cuarenta años, reunió a atletas de todas las instituciones y clubes locales para premiarlos por su constancia y esfuerzo.

Más de cincuenta años después de haberse enamorado del oficio, el periodista se levanta de la mesa de Bien de Mañana y se prepara para festejar su día en el programa de radio que conduce de lunes a viernes.

¡Feliz día y gracias Raúl por tu aporte a la ciudad y el Partido!

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