Una vez más, el abastecimiento de gas queda en jaque durante una ola de frío. Como sucedió en mayo, en medio de un aumento de la demanda domiciliaria, el sistema no tiene capacidad para alimentar a las industrias y a otros actores como las estaciones de servicio de GNC. El Gobierno Nacional ensaya medidas.
Ya la semana pasada se vio que algunas estaciones de carga de GNC se quedaron sin suministro. Se trata de aquellas que tienen contratos «interrumpibles» lo que implica que en un escenario como este son las primeras en dejar de recibir el gas. Esto, que debería durar unos días, se extendió hasta el fin de semana y este lunes sigue habiendo inconvenientes en varias ciudades.
Como sucedió en mayo, desde el Gobierno Nacional, y particularmente la Secretaría de Energía, explicaron que el problema se debe al frío «extremo y sostenido». De acuerdo a un comunicado oficial, se trata de las «temperaturas más bajas de los últimos 60 años, registradas de manera sostenida». Esto provocó «un aumento extraordinario en el consumo de la demanda prioritaria, 90 millones de metros cúbicos por día«, explicaron.
En este escenario, la cartera que lidera Eduardo Rodríguez Chirillo decidió interrumpir el suministro de los contratos interrumpibles para garantizar el abastecimiento de los sectores prioritarios (residencias, hospitales, escuelas e industrias). A su vez, se le pidió a CAMMESA que use el transporte de gas interrumpible «solo hasta el mínimo técnico necesario para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico, utilizando combustibles alternativos para sostener la demanda».
Finalmente, el Gobierno Nacional también le pidió a los usuarios «que hagan un consumo razonable del gas hasta superar esta situación coyuntural».