El Gobierno confirmó que el servicio de tren que llegaba hasta Pehuajó desde Bragado no continuará operando. Luego de que medios locales dieran cuenta de que se interrumpía el servicio semanal, la empresa Trenes Argentinos informó que por cuestiones de seguridad, baja demanda y costos, el servicio con paradas en 9 de Julio y Carlos Casares dejará de funcionar. “Imposible de sostener en términos tanto operativos como económicos”, le dijeron a DIB fuentes de la empresa. “Insostenible en términos operacionales y de costos, máxime teniendo en cuenta la muy poca gente que viajaba”, insistieron sobre el convoy que parte de la estación Once los viernes a las 18.35 y que vuelve a Buenos Aires los domingos a las 20.25.
“Después de realizar una evaluación técnica del estado de la infraestructura del tramo comprendido entre Bragado y Pehuajó, se concluyó que no se pueden garantizar las condiciones óptimas para prestar responsablemente el servicio de pasajeros”, comienza el comunicado de Trenes Argentinos”.
En cuanto a la baja demanda, esta “se produce debido a la pérdida de competitividad con otros medios de transporte en los tiempos de viaje, sumado a la velocidad restringida a lo largo de 58 kilómetros de recorrido”. Y a modo de ejemplo, Trenes Argentinos argumenta que “entre mayo y julio, la mitad de los servicios arribaron a destino con demoras considerables que se suman a las 9.46 horas que demanda cubrir el viaje de 362 kilómetros totales”.
Por último, respecto de los costos, discontinuar el servicio “permitirá ahorrar 117 millones de pesos al mes”. Y concluye el comunicado oficial: “El Estado gastaba esos 117 millones de pesos por mes para que viajen 180 personas aproximadamente”.
“Incertidumbre por el futuro de los trenes de pasajeros de larga distancia”
En enero de este año, la agencia DIB publicó una nota, titulada “Incertidumbre por el futuro de los trenes de pasajeros de larga distancia”. Y casi como la crónica de una suerte echada, el servicio a Pehuajó ya estaba en la incertidumbre.
En la nota se explicaba que Pehuajó fue una de las ciudades bonaerenses que recuperó el servicio de trenes de pasajeros. “El regreso del tren impactó de la mejor manera, pero no solo para Pehuajó. El punto central es la conectividad, la conexión para los pueblos”, le explicaba a DIB el periodista Federico Tártara.
A principios de año, el pasaje Once-Pehuajó costaba $ 2.450 en Primera clase, y $ 2.935 en Pullman. A esos valores se restaba un 10% por la compra a través de la web, los menores de 3 a 12 años pagaban la mitad, y los jubilados y los pensionados podían acceder a un beneficio de hasta el 40%. En cambio, el pasaje en ómnibus no bajaba de los $ 22.000.
Ya en su momento, Tártara ponía en discusión la criticada velocidad del servicio. “El tren está tardando entre nueve y diez horas. Pero el colectivo muchas veces tarda siete u ocho. Por supuesto que el tren podría tardar menos, siempre está esa pelea con los concesionarios privados de carga, que son los que tienen a su cargo el mantenimiento de las vías. Pero el servicio está funcionando, es muchísima la gente que está viajando, la demanda es muy importante”.
El tren dejó de ser una opción económica
De acuerdo con la página de Trenes Argentinos, viajar de Buenos Aires a Pehuajó en tren cuesta $ 18.000 en Primera y $ 21.680 en Pullman; por compra online se accede a un descuento de 10% y también están los beneficios para menores y jubilados. El tren, con partida de Once a las 18.35 tiene su arribo anunciado para las 6.15 del día siguiente (casi doce horas), en tanto que el que parte de Pehuajó los domingos a las 20.25, debería llegar a Once a las 7.41.
Una consulta en la página Central de Pasajes arroja los siguientes resultados: los viernes a las 21.55 se puede viajar desde Retiro por $ 20.500 en butaca semicama ($ 27.500 en cama) en la empresa Pullman General Belgrano, con llegada anunciada a Pehuajó para las 4.45 (6.50 horas); se puede regresar los domingos, a las 22.10 con la empresa Chevallier por $ 20.500 o $ 29.000, y ocho horas de viaje.
Claramente, con el cambio de gestión, el tren dejó de ser una opción barata y un viaje más extenso ya dejó de ser compensando por la diferencia económica. (DIB)