A través del Boletín Epidemiológico Nacional, el Ministerio de Salud de la Nación informó la cantidad de casos de viruela del mono detectados hasta el momento en el país. Entre los registrados, varios de ellos pertenecen a la provincia de Buenos Aires. ¿Cuáles son las localidades con pacientes de viruela símica?

Tras la alerta internacional de Organización Mundial de la Salud (OMS), la cartera sanitaria nacional informó que actualmente se identificaron 22 casos de viruela símica-Mpox. Además, aclararon que hasta el momento, se registraron casos en Argentina de Mpox asociada exclusivamente al clado IIb.

En tanto, de los 22 casos confirmados, 21 corresponden a hombres, 5 registran antecedentes de viajes o contacto con viajeros, y los otros no registran antecedentes de viaje. Cabe resaltar que, el 82% de los contagios se identificaron en las últimas cuatro semanas.

Respecto a la provincia de Buenos Aires, en lo que va del año hubo 30 notificaciones de casos sospechosos, aunque solo tres de ellos se confirmaron. De los tres casos, dos de ellos se han registrado en las últimas cuatro semanas, lo que demuestra el ascenso acelerado de la enfermedad.

El primero de los pacientes se trata de un vecino de La Matanza, con antecedente de viaje y comenzó con síntomas en junio. Mientras que el otro caso corresponde a un habitante de Berazategui que comenzó con síntomas en julio y tuvo contacto con un viajero. Ambas personas se encuentran en buen estado de salud. El último paciente con diagnóstico confirmado de Mpox es oriundo del partido de Morón, quien tiene un antecedente de viaje a Bolivia, por lo que se cree que se trata de un caso importado.

¿Qué es la viruela del mono y cuáles son sus síntomas?

Se trata de una enfermedad producida por un virus, que se puede transmitir de animales a humanos y de una persona a otra a través del contacto físico piel a piel (por ejemplo, cara a cara, piel con piel, boca con boca, boca con piel), incluido el contacto sexual. Los síntomas más comunes son:

  • Lesiones en la piel y mucosas, que pueden doler y se pueden ubicar en regiones genitales, paragenitales o perianales, la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies o tronco. Al principio, las lesiones son planas, luego se llenan de líquido y, a continuación, se forman costras, se secan y se desprenden, y por debajo se forma una capa nueva de piel.
  • Dolor o sangrado anorrectal.
  • Inflamación de ganglios.
  • Fiebre.
  • Dolor de cabeza, muscular o de espalda.
  • Cansancio y decaimiento.

Estos síntomas suelen durar de dos a tres semanas. Generalmente, suelen desaparecen por sí solos o con cuidados de apoyo, como medicamentos para el dolor o la fiebre.

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